Crónica de la quedada
Al final nos juntamos una quincena de personas. Hubo un muy buen ambiente durante toda la velada. Desde el punto de vista astronómico no fue una buena noche, había un seeing bastante decente en el cénit pero una transparencia muy baja, a pesar de que algunos decían que veían muchas estrellas. Para más inri, todos los pueblos de los alrededores estaban en fiestas y se veían continuamente los fogonazos de los fuegos artificiales.
Cuando llegamos Raúl, Jorge, Sara y un servidor, después de perdernos por Los Santos de la Humosa y casi meternos en Santorcaz, ya se habían congregado unos cuantos en la explanada, Ender y compañía, Isabel y su silla
, Ciberdraco y también la compañía. Poco a poco fueron llegando más.
Nada más llegar tiramos a Júpiter pero la gran turbulencia que había nos impedía ver la Mancha Roja, de 150 aumentos no se podía pasar en ningún momento, ya fuese con un Newton, un refractor o un Schmidt Cassegrain. Cuando empezó a oscurecer nos dedicamos en exclusiva a cielo profundo, unos observaban la zona de Sagitario, otros por Casiopea
otros a donde les pusiesemos y otros las birritas
En noches así el GOTO del telescopio de Ciberdraco se mostró muy eficaz, mientras que con los manuales se observaba un nuevo objeto cada 20 minutos, él en 20 minutos observaba varios. Otras noches desde ese mismo lugar el Velo presentaba estructuras perfectamente visibles y la Norteamérica se veía perfectamente, pero en esta ocasión el Velo apenas se veía y de la Norteamérica ni rastro. Más avanzada la noche buscamos, con el telescopio de Raúl, la California, pero solo se veía que en una zona no había estrellas y M1 (nebulosa del cangrejo) que extrañamente el filtro UHC lo que hacía era empeorar la imagen más que resaltarla
Con Marte hubo más de lo mismo, no se podían pasar de 150 aumentos y la turbulencia atmosférica no daba tregua al hayarse demasiado bajo. A lo largo de toda la noche hubo una gran actividad de meteoros a pesar de no hayarnos dentro de ningún pico de actividad y lo más raro es que casi todos parecían provenir de Perseo
incluido un bonito bolido de color verde.
Entre Raúl, su colimador laser y yo le colimamos el telescopio a Ender. A partir de ahora que nadie me discuta que con bandas de difracción en un colimador laser y sin Star Test no se puede colimar un Newton a f/6
Fuera del ámbito astronómico, estubo genial la manta de burbujitas de Sara y las pullitas que se tiraban Jorge, Sara y Jaime. Como se nota que las cervecitas hicieron efecto
Personalmente, lo mejor de la noche fue como siempre el buen ambiente y los paseitos por Casiopea y el Cisne a través de los prismáticos, a pesar del dolor de cuello que ello conllevaba.
Espero que todos los nuevo repitais y los más "veteranos" también repitamos de vez en cuando.